Convencer a tus hijos e hijas de que estudien o de que hagan los trabajos de casa puede no ser una tarea fácil; se distraen, inventan excusas, ven la televisión, juegan con los smartphones. Esta situación empeora si no cuentan con un espacio específico para estudiar. No necesitas destinar toda una estancia para el estudio, pero sí es preciso contar con un espacio concreto que les diga instantáneamente que aquel lugar es para dedicarse al aprendizaje. Hay maneras muy sencillas (y económicas) de hacerlo. Basta seguir algunos de estos consejos. Te contamos cómo preparar un espacio de estudio práctico y efectivo para los niños.
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Encontrar el lugar adecuado
Si tienes una casa grande con un cuarto extra que puedes utilizar, considera hacer una pequeña reforma en la división y conviértela en un cuarto de estudio para los niños, amueblándolo con escritorios, estanterías, sillas y demás.
Los cuartos para huéspedes pueden ser un buen punto de partida. Muchas veces se construye un cuarto extra para cuando hay visitas en casa, que se usa dos veces al año (o ni eso). ¡Considera la posibilidad de convertirlo en un cuarto de estudio para los pequeños! Si de cualquier modo prefieres tener un espacio destinado a las potenciales visitas, piensa en comprar un sofá-cama para ponerlo en la sala de estudio. Así, además de un cuarto para estudiar, puede ser un excelente cuarto para leer.
No obstante, no todos tienen la suerte de tener una casa con grandes dimensiones, por lo que hay quien puede tener que pensar en una mudanza de casa para contar con una división más que sirva de sala de estudio.
Las familias que viven en espacios más pequeños pueden encontrar lugares y recovecos que se pueden transformar en un espacio de aprendizaje, ya se trate de una esquina en el cuarto de los niños o de una área menos ajetreada de la sala de estar. Si tienes escaleras que lo permitan, puedes considerar la posibilidad de usar el espacio libre que queda debajo, que tan pocas veces se usa de forma eficiente.
¡Acuérdate de que este espacio debe ser el más libre de distracciones posible, tener mucha luz natural y buena circulación de aire!
Iluminación natural
Una de las claves acera de cómo preparar un espacio de estudio óptimo es la luz. La iluminación es uno de los aspectos cruciales para este espacio, ya que es un lugar en que los niños van a pasar mucho tiempo, van a leer, escribir y hacer ejercicios. Se recomienda escoger un sitio con ventanas cerca y en el que entre luz natural durante el día. Además de ser más agradable, será mejor para la salud, (y en específico para los ojos) de tus hijos e hijas.
Invertir en buenos escritorios y sillas
Estas van a ser las dos piezas más importantes en la zona de estudio de los niños. Invierte en buenos escritorios y sillas de materiales duraderos y cómodos, que se adecuen al gusto de los más nuevos. ¡No cometas el error de estar llevando hasta allí una silla de la cocina cada vez que los niños tienen que estudiar!
Estas son algunas opciones de escritorios:
- Escritorio regular – mesa escritorio simple de un color. Estas pueden ser buenas opciones por su discreción, nunca pasan de moda y pueden ser utilizadas a cualquier edad. Apuesta por escritorios fabricados en maderas duraderas. Si fuera necesario, pueden añadirse espacios de organización, como un conjunto de cajones por debajo, por ejemplo.
- Escritorio temático – si tienes hijo más pequeños, puede ser más entusiasmante para ellos tener un escritorio divertido, temático, con algún dibujo animado específico o con motivos naturales, entre otros.
- Mesa plegable de pared – esta puede ser la mejor opción para quien cuenta con poco espacio. Son mesas fijadas en la pared que pueden plegarse hacia abajo mientras no se utiliza.
- Escritorio con organizadores – con este modelo no tienes que preocuparte con el espacio en el que colocar los materiales, porque estos escritorios ya vienen con lugares preparados para ordenar los libros y el material de estudio.
Las sillas debe combinar bien con el escritorio para que el ambiente de estudio quede armonioso. Aunque más importante aún es que la silla que elijas cubra bien la espalda de los niños y sea ergonómica.
Personalízalo y coloca todo a mano
No hay nada más desmotivador para un niño que estar en un espacio que no le gusta (aún más si es para estudiar). Por eso, intenta decorar la estancia a medida de sus gustos y transforma este espacio en un lugar en el que les apetezca pasar el tiempo.
Basta usar algunos accesorios que escojan o les gusten y pintar una pared o una franja de un color diferente en el espacio de estudio, o con pintura de efecto pizarra. Hasta puedes añadir plantas, como cactus o suculentas, que son siempre una buena opción, y enseñar a los niños cómo ocuparse de ellas. Hacer crecer también es aprender.
Es esencial decir que este espacio tiene que estar siempre limpio y ordenado. Hay que educar a los niños y niñas para que sepan que siempre tienen que organizar su material, limpiar la mesa y colocar la basura en la papelera (que puedes dejarla debajo del escritorio). Esto les ayudará a entender sus responsabilidades y puedes utilizar técnicas que les hagan ver estas tareas como un juego.
Otra regla de oro es mantener todos los materiales de estudio en este lugar. “Me falta la goma, me falta el compás, me falta el libro de matemáticas”, pueden ser excelentes excusas para salir del lugar y distraerse. Consigue un mueble, estanterías o repisas para que los niños tengan todo lo que necesitan a mano.
Estos son solo algunos consejos. No te olvides de que los niños también necesitan hacer descansos, relajarse y jugar, por lo que no pueden pasar horas y horas concentrándose en estudiar. Durante el tiempo de estudio, haz que su espacio sea agradable y que lo sientan como suyo para que les transmita una mayor sensación de comodidad y felicidad.
Las fotografías de nuestro artículo «Cómo preparar un espacio de estudio para tus hijos» pertenecen a PBTeen
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