Las vacaciones de verano son, sin duda, el momento más esperado por todos los niños en edad escolar. Sin embargo, pueden llegar a suponer un auténtico quebradero de cabeza para los padres. ¿El motivo? No es fácil tenerlos entretenidos todo ese tiempo que antes pasaban en el colegio. Por ello, aquí queremos hablar acerca de algunas manualidades que serán de mucha ayuda para que el tiempo se les pase más rápido cuando no estén de campamento, en la playa o en la piscina.
Contenidos:
Barco usando un cartón de huevos
Se trata de una manualidad muy divertida que, además, se puede hacer con materiales reciclados. Solo se necesita lo siguiente:
- un cartón de huevos de 6, 12 o 24 unidades, según el tamaño deseado
- pintura
- pinceles
- pajitas de colores
- papel de regalo
- un adhesivo resistente para manualidades y decoración
Ahora llega el momento de ponernos manos a la obra. El primer paso es cortar el cartón para ajustarlo al tamaño deseado. Después, podemos dejar que el niño se entretenga pintándolo a su gusto. Cuando termine, hay que dejar que se seque durante unas cuantas horas (seguir las instrucciones del fabricante).
Mientras se seca la pintura, llega el turno de cortar triángulos con el papel de regalo. Han de tener esta forma ya que, posteriormente, se convertirán en las velas. A continuación, cogemos dos pajitas y una de ellas la recortamos por la mitad. Serán los mástiles. Por último, pegamos las pajitas con el adhesivo a la cubierta del barco y ¡listo!
El cartón que se usa para proteger los huevos es muy resistente a la humedad. De hecho, ofrece una flotabilidad excelente. Así que la próxima vez que vaya a la playa el niño podrá usarlo a modo de juguete y navegar con él sin problemas.
Estrellas de mar y pececitos con pasta
Sin duda, esta es una manualidad excelente para decorar su habitación. Además, es muy útil para ayudar a los niños a modelar en tres dimensiones, lo que es parte básica de su desarrollo artístico. Solo hace falta harina, sal y agua, así como un lápiz para los detalles y un cúter para darles forma.
Cuando lo tengamos todo podremos ponernos manos a la obra:
- Ponemos todos los ingredientes en un bol (1 medida de sal, 1 medida de agua y 3 medidas de harina). A continuación, usando una cuchara de madera o similar, hay que remover hasta que quede una masa blandita y homogénea. Lo normal es que esté lista en unos cinco minutos, aproximadamente.
- Hacer bolitas y ponerlas sobre una superficie antiadherente. La tabla de madera que usamos para cortar en la cocina puede valer. El objetivo es que cada una de esas bolitas se convierta después en una estrella de mar o un pez.
- Damos la forma. Para ello, solo hace falta aplastar la bolita y, posteriormente, usar el cúter (con la supervisión de un adulto). Las estrellas son más sencillas que los peces, aunque estos tampoco entrañan una gran dificultad. El objetivo es que el niño dé rienda suelta a su creatividad.
- Hornear. Evidentemente, para que la pasta se vuelva dura, es necesario hornear. En concreto, una hora a 200º C, aproximadamente. Todo depende del tamaño que tengan las figuras.
- Dejar que se enfríen. Una vez que la pasta esté dura, llega el momento de sacarlas del horno y dejar que reduzcan su temperatura. Hay que tener cuidado para que los niños no se quemen durante esta fase del proceso.
A estas alturas, lo único que falta es pintar las estrellas y los peces en bonitos y vivos colores. Tras hacerlo y dejar que se sequen al aire durante el tiempo indicado por el fabricante de las pinturas, ya se pueden usar para decorar. Se pueden poner, por ejemplo, en la pared o en el escritorio.
Manualidades y tiempo de diversión
En definitiva, el verano pasa volando para los niños, pero no tanto para los padres. Gracias a estas dos manualidades, podrán estar unas cuantas horas entretenidos y haciendo algo saludable y beneficioso para su desarrollo.